dejavu

6 may 2008

" Y DERREPENTE UN ANGEL"

Recuerdo que era un día como cualquier otro en la escuela, yo me sentía nostálgica al recordar a mis ex compañeros de la escuela primaria, aunque yo había sido la que decidí cambiarme de escuela, en ese momento me sentía triste y desamparada, ya que aún no encontraba a nadie que me inspirara confianza para ser mi amiga.
Así las semanas pasaban, yo hablaba de vez en cuando con mis compañeras, que poco a poco se convirtieron en más que eso…mis nuevas amigas, no digo que me queje de ellas pero nunca encontré la verdadera amistad en esos dos primeros años de mis estudios secundarios.

El tiempo transcurría y mi segundo año académico estaba a punto de terminar y con él también a la única amiga en quien había confiado hasta ese entonces, ”nena” así le gustaba que la llamen, siempre que salíamos al receso conversábamos, nos divertíamos, era una persona muy amigable. Pero por algunos motivos sus padres decidieron cambiarla a una
escuela particular.

En las vacaciones nos reencontramos en muchas oportunidades, pero sabía que ya no volvería al colegio, y que sin ella nada seria igual, así que por mi parte lo último que deseaba era volver a clases, pues ya no estudiaría con mi amiga “nena”.

El año empezó y no tenía muchas ganas de estudiar y es que no sólo ya no vería a mi gran amiga, sino también algunas de mis compañeras y es que el colegio donde estudiaba era técnico y teníamos la oportunidad de elegir: Secretariado, Contabilidad, Administración ó Humanidades.
Yo me encontraba indecisa para tomar una decisión, así que marque al azar o por no se porqué lo hice, pero simplemente iba a estudiar secretariado. Bueno no me parecía nada fuera de lo normal hasta que llego otra vez el primer día.

Entre a mi nuevo salón de clases un poco asustada, con nervios de saber quienes serian mis nuevas compañeras, al principio no vi a nadie conocido, pero a los pocos minutos empezaron a llegar algunas personas no muy deseables que digamos, ya que el año anterior nena y yo tuvimos algunas rencillas con esas chicas, por supuesto desde que me vieron me hicieron algunas gestos no muy agradables, pero simplemente no les di importancia.

Así que me senté en la primera carpeta que encontré, para buena suerte, detrás mío habían dos chicas muy amigables y alegres que de inmediato me brindaron su amistad con una de esas frases típicas: ¿Cómo te llamas?, ¿En que salón estabas? y cosas por el estilo.
En ese momento sentí que había encontrado dos nuevas amigas Leidy y Leonela, pero había un problemita, yo aún me sentía extraña como que algo me faltaba, talvez era por que aun echaba de menos a “nena” o quizás porque me sentía una extraña ante mis nuevas amigas, ya que ellas se conocían de años atrás.

Así pasaron dos semanas todo trabajo que nos dejaban los hacíamos juntas, me sentí a gusto con ellas a pesar que eran un poco distraídas, pues si por ellas hubiera sido se pasarían la tarde entera conversando y riendo.

Hasta que un día, llegó alguien muy especial, que cambiaria mi vida para siempre, aunque tal vez en ese momento no lo sentí, ahora se que fue así, pues no solo había faltado a clases varias semanas sino también a mi vida.
Ella aun se encontraba un poco delicada de salud, así que ese fue uno de los motivos para que se siente adelante, justo a mi lado.
Ella anteriormente había sido mi compañera de aula, pero con la diferencia que en ese tiempo tal vez nunca cruzamos palabra alguna, sino era para algo simple y sin importancia, como creo que alguna vez seguro les ha pasado, que conocen a alguien pero casi nunca han entablado una conversación con esa persona sea por timidez o por otra causa. Bueno este era mi caso con Angélica, cuando nos vimos ambas nos saludamos con un singular ¡hola!, parece que éramos compañeras el año pasado le dije y ella tímidamente respondió que si, ambas nos sonreímos pero no sabíamos que más decir, y es que en ese momento nos sentíamos tan indefensas e inseguras de hablar, ha pesar de haber sido compañeras no sabíamos nada una de la otra, ambas habíamos pertenecido a diferentes “grupos” sus amigas estaban en otras secciones y por mi parte a mi pasaba lo mismo con las pocas amigas que tenia del año anterior.

Aunque al principio no me agrado mucho, tuve que prestarle los temas que habíamos avanzado hasta entonces, y trataba de ayudarla en lo que podía. Los días iban pasando y ella poco a poco se iba ganando mi amistad, lo mismo les paso a mis nuevas amigas. Así el tiempo trascurría y para todos los trabajos éramos las cuatro Leidy, Leonela, Angélica y yo, aunque después esto terminó haciéndose una costumbre entre nosotras pero aprendimos a conocernos mejor, no sólo como compañeras sino como amigas.

Bueno y qué paso con mi ángel se preguntarán, conforme pasaba el tiempo Angélica y yo nos íbamos conociendo más, me di cuenta lo mucho que había sufrido en su vida y que la mía comparada con la de ella era un paraíso y es q ue lo peor no era lo que sucedía en su familia, sino que tenia una enfermedad muy extraña y para colmo de males casi siempre le iba mal en los cursos, yo trataba de ayudarla aunque sea en eso, muchas veces me desesperaba y ya no sabia que hacer con esa niña. Pero lo que más me agradaba de ella era que a pesar de todo lo que había en su vida nunca se rendía y siempre luchaba para seguir adelante, estoy seguro que otro en su lugar no lo hubiera hecho, talvez la fuerza que necesitaba se lo daba lo más preciado que tenemos en la vida… El amor.

En ese entones angélica era una chica muy enamorada y por supuesto que yo era su cómplice en todo, debido a ello hemos pasamos muchas aventuras juntas y compartido momentos inolvidables. Y es que desde que nos hicimos amigas nunca dejamos de preocuparnos la una de la otra al igual que con Leidy y Leonela, con el tiempo nos convertimos en las mejores amigas.
Como toda amistad tiene sus altas y bajas, mi ángel y yo también las tuvimos, recuerdo que nuestras peleas eran muy graciosas, pues a pesar de lo orgullosas que somos, siempre una de las dos tenía que dar su brazo a torcer y terminábamos más unidas que antes.

Ella es una persona muy especial e importante en mi vida y aunque ella no lo cree me ha enseñado muchas cosas en todo este tiempo.
Pues pasamos dos años como compañeras y tres como mejores amigas en el colegio, y no suficiente con eso, ya son tres años que es mi hermanita…
En total son ocho años que nos conocemos, hemos aprendido a querernos y a soportarnos, ya que nadie me conoce mejor que ella y viceversa.

En este tiempo ha sabido comprenderme y enseñarme que por más dura que parezca la vida, siempre hay que tratar de superar los miedos, los problemas y de todo lo que se nos presente, y aunque aún no esta en su totalidad recuperada, al menos ya esta estable.

Creo que nunca entendí si Dios nos cruzó en el camino para que yo la ayudara ella o tal vez ella a mí, pero lo que si sé es que Dios lo hizo por algo. Y es que Angélica me demostró lo diferente que es la vida con sus alegrías y locuras, y que por más difícil que parezca la situación en que estemos, siempre vas ha encontrar una persona que te brinde su mano, como “un ángel” que este a tu lado en los momentos buenos y malos, sobretodo en estos que es cuando tu más lo necesitas.

A ti gracias por haber entrado en mi vida, por convertirte en mi ángel, estar a mi lado cuando más te necesito, por demostrarme tu cariño y sobretodo por demostrarme que la verdadera amistad existe y que “A pesar del tiempo y la distancia nuestros corazones siempre estarán unidos”. Porque no ha habido barreras que nos separen, ya que nuestra amistad ha logrado sobrevivir a pesar del tiempo y la distancia que existe entre las ciudades en que actualmente vivimos, no han sido suficientes para separarnos.

Gracias por ser las mejores amigas del mundo Leidy, Leonela y sobretodo a ti que fuiste mi compañera, mi cómplice, mi súper amiga y ahora te has convertido no sólo en mi hermanita sino que eres la persona que más quiero.
Para mi amiita Jenny Angélica, y aunque tu ya lo sabes, no esta demás decirte que cuentas conmigo y que te kelo un montón.

Recuerda “NUESTRA AMISTAD ES COMO EL MAR SE VIO EL INICIO, PERO JAMÁS EL FINAL”






















5 may 2008

"UN LUGAR DE ENSUEÑO"


Creo que ni en sueños no pensé conocer un lugar tan hermoso como aquel, con paisajes que solo se ve en los cuentos, que afortunadamente se encuentran en nuestro país.
Escondido entre los cerros, reflejado por el ardiente sol, bajo las limpias y celestes nubes, ahí estaba el gran “Nevado Huascarán”, señor de una ciudad llena de historia y muchas veces reconstruida, Huaraz” a capital de la amistad” como ellos se hacen llamar.

Con sus angostas calles, el fuerte ruido de los autos, la gente caminaba con pasos muy de prisa, una comida riquísima(aunque diferente a la que estaba acostumbrada), el centro un poco desordenado, pues su catedral y la plaza principal lastimosamente estaba en reconstrucción, así que me quede con las ganas de conocerla, pero por suerte habían muchos lugares para recorrer, como los restos de la “paisana huaracina”, una cantante de música vérnacular que desde sus inicios se dio a conocer por su origen. Entre sus alrededores también podemos encontrar “Yungay”.


La ciudad de Yungay, capital de nuestro querido Huaraz fue destruida por la bravura de la naturaleza, en el terremoto de 1970. Aunque actualmente podemos encontrar un cementerio que se asemeja a una torta, ahí descansan los muertos que un día fueron arrasados por las lluvias y por un fenómeno natural como los huaicos, pero aun en el lugar quedan algunos sobrevivientes. Que se han encargado de pregonar las historias de esa época, las cuales ahora son narrados por los niños de la zona.
A lo lejos encontramos un bosque, pero en especial pude observar la “única palmera” que dejo como huella aquel desastre que se llevo a toda la ciudad entera.

Pero en Huaraz no todo ha sido malo, ya que sus pobladores se encuentran orgullosos de sus lugares turísticos, pues a pesar del tiempo y lo pasado aun siguen intactos y atrayendo cada vez mas turistas quieren conocer. Por ejemplo encontramos el Chavin de Huantar, la hermosa laguna de Llanganuco, que se encuentra bajo los mantos del Huascarán.

La laguna de Llanganuco se caracteriza por el paisaje
que la acompaña, especialmente con esas aguas tan frías y turquesas, a su alrededor bosques frescos y verdes por las lluvias que diariamente acorren. Además que podemos ver el Huascarán muy cerca, pero incluso nos hace creer que podríamos tocarlo sin embargo se encuentre a miles de metros de ahí, acompañado de dos cerros blancos de nieve, que con la luz del sol brillan como dos cristales.
Es tan hermoso y a la vez difícil de describir como uno se puede sentir en ese lugar, lo mejor seria conocerlo personalmente porque estoy seguro les encantara.