dejavu

12 feb 2010

"El N!ÑO d3 M!$ $U3ÑO$"

Recuerdo que salí rumbo a casa, había sido un día agotador en el trabajo y lo único que quizá me subiría los ánimos seria caminar un poco y despejarme de todo.
Caminaba por la calzada, un poco distraída mientras reflexionaba de mi vida de estos últimos años, cuanto habían cambiado las cosas desde que me aleje de San Juan un distrito de la ciudad de Piura, aquel pueblo tranquilo donde crecí mis primeros ocho años junto con mis padres y ahora me encontraba tan lejos, vivía en una ciudad aunque amigable había dejado de ser apacible para convertirse en una ciudad casi peligrosa.

Mira por donde caminas - me gritó alguien, enseguida mi mente volvió a la realidad. Había enfrente de mí un chico delgado, de cabellos castaño, mal vestido con una mirada desafiante. Si vas andar distraída por la calle entonces quédate en tu casa - Me dijo

Qué, disculpa?- le respondí, el hecho de que me haya tropezado por casualidad contigo no significa que tengas que decirme que no salga de mi casa ok!
El me miró con una risita burlona y me dijo estás loca, seguramente algún dia morirás atropellada.
- Así- le conteste pues no es tu problema, si ibas tan apurado porque no te vas.

Momentos después se marcho, pero me había quedado una duda, su rostro se me hacia familiar.
Espera grité, él un poco más lejos se detuvo. Qué te pasa ahora loca - me dijo.
Te conozco de algún lado - le pregunte.
Yo conocerte a ti – dijo él no lo creo.

Tu rostro se me hace familiar y pensé quizá te conocía de algún lado, pero creo
que te confundí. Si posiblemente yo no soy de esta ciudad me dijo, soy de Piura.
En ese momento se vinieron muchos recuerdos a mi mente, así le dije yo viví
allá hace años, exactamente en San Juan.

Al escucharme puso una cara de desconcierto y se quedom pensando por un momento y luego me dijo: creo que si te conosco, tú eres Elisa?
- si le respondí. Yo soy Bryan te acuerdas de mí.

En ese momento no supe contestar estaba tan sorprendida que era él, Bryan el chico de mis sueños, el niño dulce y tierno que conocí el primer día de clases, con el que me sentaba siempre y me defendía del resto de mis compañeritos. Aquel niño tranquilo que con sus gestos y caritas graciosas hacia que sonriera cuando nos regañaban por alguna travesura. Su cabello castaño, sus ojos marrones y de dulce mirada. Como olvidarlo si fue mi amor de infancia, con el que imagine que me casaría cuando fuéramos jóvenes. Que había pasado con él?

Estas muy cambiado - le dije al fin, si han pasado muchos años desde que nos
dejamos de ver casi no te reconozco.
Si es cierto - me contestó que ha sido de tu vida? Creo que la última vez que
nos vimos fue cuando terminamos el tercer grado, fue muy triste pues ambos
sabíamos que no nos volveríamos a ver en mucho tiempo.

En efecto recuerdo que una tarde nos encontramos por casualidad en la plaza y sin nada que decir nos abrazamos fuertemente y nuestras lágrimas caían, pues aunque en todo ese tiempo de haber estudiado juntos ninguno de los dos expreso con palabras lo que sentía, en el fondo nuestro corazón lo sabía lo que sentía el uno por el otro y ahora quizá ya era tarde para decir lo mucho que nos queríamos, así que le di un beso en la mejilla y salí corriendo y nunca más nos volvimos a ver hasta hoy.

Caminamos juntos sin saber de que hablar ahora éramos dos desconocidos, hasta que al fin llegamos a un parque cercano. Hace cuanto tiempo llegaste a la ciudad? - Le pregunte.
Bueno hace un mes que viene por cuestión de trabajo - me dijo, luego poco a poco empezamos conversando sobre su familia, que había hecho después de irse, entre otras cosas.

Parecía que no era Bryan, el niño de mis sueños, con el que soñé casarme y es
que no solo era distinto físicamente, sino su manera de ser, ahora quizá ya no tendríamos nada en común, lo miraba una y otra vez y no podía creerlo. Qué pensaría el también de mí, si yo también ahora era diferente.

Aunque era confusa la situación, seguimos ahí por largas horas platicando
recordando momentos de nuestra infancia, las travesuras y poniéndonos al día
de nuestra vidas, como si ya no se tratara de recobrar un sentimiento, un
amor de niñez sino de la amistad que nos unió alguna vez. Creo que ambos comprendimos eso, aunque hubiesen pasado tantos años sin vernos, eramos
físicamente diferentes, con pensamientos distintos y con otra manera de ser
sabíamos que en fondo seguimos siendo los mismos, solo que teníamos que
hacernos a la idea de muchas cosas habían cambiado.

PD: Lo que muchas veces nos pasa, cuando dejamos de ver a alguien por mucho tiempo y lo volvemos a encontrar no debemos buscar lo superficial ni el físico sino la esencia que hay en ello.
"Porque lo que es verdadero perdura con el tiempo y los verdaderos amigos no se olvidan jamás".

1 comentario:

Gaviales dijo...

Hola ps ... que onda veo que solo te comenta el triste de Omar ^^!! jojoj mentira ... :) ni sabia q tu tenia post!! saludos estan interesantes tus entradas =D